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sábado, 9 de septiembre de 2017
viernes, 8 de septiembre de 2017
Calasparra. Quinta de Feria.
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Novillos de Ana Romero para Pablo
Aguado. Leo Valadez y Alfonso Cadaval.
Próximos a estar. Alejados de ser.
Resulta curioso cómo tardes de
interés ofrecido por los toros, llegan a pesar como losa en el alma.
Consecuencias nada misteriosas si atendemos y sufrimos un lamentable espectáculo patrocinado y jaleado por tres candidatos a doctorarse en breve que, ni ante dulce de arrope saben meter la cuchara y paladear las muy identificables tonalidades gustativas. Muy aprovechable la novillada de Ana Romero. Interesante, con ese punto de casta que engancha al respetable, noble, humilladora, pidiendo a gritos un buen trato en las lidias, incluido el tan merecido y noble arte de torear. Destacó el tercero premiado con una, excesiva vuelta al ruedo pero que derrochó casta alternando con prestancia en los engaños y entrega propiciatoria de triunfo rotundo. Ni por esas vimos lo que tan claramente demandaba.
Esa fue la tónica durante toda una
tarde en la que las preguntas se agolpan sin remedio :
¿ Qué "necesitan" estos jóvenes en prácticas del tan ilustre oficio de torear para demostrar que quieren llegar a ser?.
¿ Cómo llamar "toreros "
a quienes, a pesar del privilegio consistente en ocupar los puestos punteros
del escalafón, andan perdidos, dubitativos, espesos, sin
capacidad de resolución, frente a animales benévolos, cómplices en muchos
momentos y del todo garantes de esa tan deseada "durabilidad " o
"toreabilidad"?.
¿ En manos de quiénes está el
futuro del toreo si la vulgaridad asola también el escalafón novilleril?.
Interrogantes éstos que martillean
en mi aturdida cabeza tras la finalizacion de una novillada que se fue
a los corrales entera de cuerpo y alma porque quienes tuvieron qué poner no
entienden más allà de faenas prefabricadas o vaya usted a saber sobre qué.
Y es que ni Pablo Aguado con esa
descolocación constante, esa prestancia en la sucesión de pases interminable
y las estocadas fallidas repetidamente.
Ni Leo Valadez, siempre desconfiado, desnortado, perdido.. Lo más destacable, sin excesos, fueron las buenas maneras que mostró Alfonso Cadaval que sustituía al anunciado Ángel Sánchez durante el arranque de faena al novillo estrella de la tarde. Dos pases de pecho con profundidad y belleza que dejaron muy buenas sensaciones pero como no todo puede ser alegría, dejó en el aire sin que la obra tomara vuelo por aquello del citar, templar y mandar tan extraño para unos como deseado para otros. Ni uno, ni otro ni el tercero...
Esperemos que mañana los Cuadri
nos asistan...!.
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Pablo Aguado, silencio tras aviso y ovación;
Leo Valadez, silencio tras aviso y silenvio;
Alfonso Cadaval, ovación y silencio.
miércoles, 6 de septiembre de 2017
Calasparra. Cuarta de Feria del Arroz.
Gloria Cantero Martinez.
Novillos del Conde De La Maza para Tibo García. "El Adoureño " y "El Galo" que sustituye a García Navarrete (Terna francesa).
La France busca toreros.
Que la fiesta de los toros no es tan "nacional " es un hecho innegable. También fuera de nuestras fronteras se venera al toro desde distintas y muy variadas visiones, versiones, aplicaciones, usos y costumbres.
Francia nos descubre en ocasiones, nuestros anhelos como aficionados pero también encierra no pocos desatinos.
Las carencias se extienden por doquier y la cosa no conoce límites. No hay más que ver el lamentable devenir del toreo y sus representantes, oh là là!.
Y aun así, aquí tuvimos sin saber aún por qué razón, un cartel completo de novilleros galos, cuál de ellos más incapaz, más perdido y más mermado de facultades.
Lidias desastrosas, manejos de capotes impacientes, trapaceros, sin mando, ni dominio, ni por supuesto, lucimiento. Con la muleta, más de lo mismo, añadiendo esa lección tan bien aprendida del descaro al final de las tandas como vulgares petimetres ante la nada o el desvestirse como si alguien lo hubiese pedido. Convendría recordar que las zapatillas son también vestido de torear y hasta la vuelta al hotel, no es aconsejable desprenderse de prendas sin motivo aparente.
Entre tanto dislate, la bien presentada novillada del Conde de La Maza volvió a ofrecer descaste a raudales, indiferencia a las telas también provocada por el mal trato recibido. Faltó empuje en las embestidas durante la primera parte del festejo y sobró bobería para haber toreado hasta el amanecer frente al cuarto, quinto y sexto.
Pero sucede que en la mayoría de las ocasiones presentes : torear? ce n'est pas possible!.
Sería muy conveniente y todo un detalle que se ahorrasen los cantos de sirena a estos jóvenes oídos, los intentos por detener al caballo en el arrastre mendigando una oreja de comedia y sobre todo, no les engañen en vano. Por ellos, fundamentalmente.
Tercera de Feria de novilladas Calasparra.
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Novillos de Couto de Fornilhos
para Juan Carlos Benítez. Adrien Salenc y Carlos Ochoa.
Adiestrados para la monotonía.
Vacíos, nulos de casta, alternando
mansedumbre con sosería extrema. Un auténtico aliento para
promover el bostezo y el sopor extremo que los de Couto de Fornilhos trajeron
oculto tras unas hechuras impecables, remates incuestionables pero que
en esencia, ni convenció, ni apenas sirvió más que para darles una
lidia decente, aseada y empuñar las espadas con efectividad y honradez. Casi
nada en los tiempos que corren...
Es muy probable que pidamos un
imposible pero cuando toda una novillada va cayendo en esa mediocridad, seria
todo un detalle que las faenas eternas y prefabricadas, se acortasen en
al menos, la cuarta parte del interminable número de pases
infundados y sinsustancia.
Sería muy de agradecer que esta
savia nueva, futuros matadores de toros aún con solo la ilusión por montera,
aprendiesen como básico precepto, la atención a lo que en el ruedo sucede
durante todos los tercios que componen la totalidad del festejo y así no
tendríamos que sufrir los desastrosos tercios de varas que, teniendo en
cuenta lo reducido del ruedo calasparreño y la triste realidad que muestra a
unos picadores muy limitados de oficio y ejecución junto a los posibles
efectos secundarios que se derivan del obviar el acompañamiento al caballo
cuando se retira a corrales o la colocación de auxilio al compañero, llegue a
suponer todo un alarde de despropósitos que ni la mayor de las benevolencias
asociadas a la falta de oficio puede excusar.
Y así, llegábamos a la muleta
donde pudimos comprobar la falta de acople que mantuvo a Julio Benítez
desconfiado frente al primer y cuarto novillo de los tres que tuvo que
estoquear al resultar cogido de fea forma su compañero Adrien Salenc y que
acabó despachando sin compromiso ni entrega.
Al novillero francés no le negaré
su disposición y ganas de agradar pero el tan sobado recurso de las largas
cambiadas como recibo de capote muy pegado a tablas le valió un susto que
afortunadamente quedó en eso. Por lo demás, más de lo mismo que tampoco
provoca o aviva nuestra esperanza.
Carlos Ochoa cerraba cartel y a
pesar de lo poco que pudo hacer ante sus oponentes, esa falta de colocación o
la búsqueda por la aclamación sin armazón ni razones no puede valer para
tomar las de Villadiego y darse una vueltecita por el ruedo "porque yo
lo valgo". Así, no.
Lo mejor de la tarde llegó con el
arrastre del sexto Couto de Fornilhos. Y es que para algunos, acudir a
la llamada del toro y volver enfermo de apatía es un grave accidente para
hacérselo mirar o confiar en que será algo pasajero y en la próxima
hallaremos el remedio. Que así sea.
Ficha del festejo :
Calasparra. Tercera Feria del
Arroz. Martes, 5 de Septiembre.
Novillos de Couto de
Fornilhos, bien presentados pero deslucidos y descastados.
Juan Carlos Benítez: ovación
y silencio más ovación que recoge tras dar muerte al quinto de la
tarde.
Adrien Salenc: saludos y herido (luxación de hombro y traumatismos diversos a
estudiar en examen radiológico).
Carlos Ochoa: vuelta al ruedo por su cuenta y silencio.
Menos de media entrada en tarde
calurosa y soporífera.
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